sábado, 17 de agosto de 2013

La razón de mi Ayayay!, en Facebook

La razón de mi Ayayay!

La nota de Tendenciasde la Educación señala que gracias a la Multiversidad “Mundo Real” Edgar Morín, y con el apoyo del Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa, la SEP inicia la inclusión, en septiembre de 2013, de una “meta-asignatura” sobre pensamiento complejo en los cursos de quinto semestre de bachillerato, para 50 mil alumnos, en el Estado de Sinaloa.
No es ni bueno ni malo en sí mismo. Pero, desde mi punto de vista, esta “buena intención” adolece de los mismos males que las adopciones de propuestas educativas en diferentes épocas. El texto que comentamos explicita que

A principios del siglo XX, efectivamente, se requerían unos 50 años para duplicar el nivel de conocimientos (académicos, filosóficos, culturales…) disponibles a escala planetaria. Hoy en día -debido en particular a las nuevas tecnologías de la comunicación- sólo ocho años han sido necesarios para obtener el mismo resultado. 

Frente a este flujo permanente de informaciones de todo tipo, necesitamos herramientas rigurosas para poder ordenar el conocimiento y ubicarnos con mayor pertinencia: El pensamiento complejo promete ser precisamente una de estas herramientas.
 

El mismo documento señala que Aún será preciso un tiempo para evaluar, con detalle, los impactos de este cambio curricular a nivel de preparatoria (bachillerato), y también los ajustes o enriquecimientos necesarios.  Y anticipa un punto de escape:  Pero, a la vez, esta introducción representa un antecedente potencialmente fecundo… siempre y cuando nosotros, los caminantes de la complejidad a través del mundo, tengamos la capacidad de difundir, debatir, criticar y proponer la complejidad como verdadera red planetaria, en lugar de seguir haciéndolo de manera aislada. 

Es decir que si no somos capaces de difundir, debatir, criticar y proponer la complejidad de la manera que se menciona, esto no va a funcionar. Pero de entrada ya emboletamos a 50 mil estudiantes y, asumo, un número suficiente de adeptos a esto del pensamiento complejo como monitores o profesores de esta filosofía.

Por otro lado, la Pontificia Universidad Javeriana nos hace saber, en IntroducciónGeneral al Pensamiento Complejo Desde los Planteamientos de Edgar Morín, que en el pensamiento complejo de Morín, se plantea la heterogeneidad, la interacción, el azar; todo objeto del conocimiento, cualquiera que él sea, no se puede estudiar en sí mismo, sino en relación con su entorno; precisamente por esto, toda realidad es sistema, por estar en relación con su entorno. Se podría distinguir algunos principios del pensamiento complejo: el dialógico, la recursividad, el hologramático:

1. El dialógico: A diferencia de la dialéctica no existe superación de contrarios, sino que los dos términos coexisten sin dejar de ser antagónicos.
2. Recursividad: El efecto se vuelve causa, la causa se vuelve efecto; los productos son productores, el individuo hace cultura y la cultura hace a los individuos.
3. El principio hologramático: Este principio busca superar el principio de “holismo” y del reduccionismo. El holismo no ve más que el todo; el reduccionismo no ve más que partes. El principio hologramático ve las partes en el todo y el todo en las partes.

Una de las preguntas que me surgen a bote pronto es si las capacidades de lectura de comprensión de los alumnos de los Colegios de  Bachilleres sinaloenses están tan por arriba de las de los alumnos de los bachilleratos del resto del país.

Por otro lado, uno de los planteamientos de esta propuesta es que no debe esperarse hasta que los alumnos lleguen a la universidad para  introducirlos al pensamiento complejo. Suponiendo que esto se hiciera en nuestras universidades, ¡parecería que adelantarlo un año es la solución!

Para mí gusto esta propuesta es elitista e igorante de la realidad, puesto que uno de sus fundamentos es ni más ni menos la necesidad de  La reinserción necesaria de un sentido propedéutico en las enseñanzas, como introducción necesaria para una recepción coherente del conjunto de aprendizajes realizados en cada disciplina.

A volar el desarrollo de habilidades generales que preparen al alumno, en todos los ámbitos, para los retos del mundo al que se enfrentarán (competencias en el sentido de Perrenoud). Vamos a preparar alumnos para que tengan una recepción coherente de los aprendizajes de las disciplinas por venir.

La propuesta me recuerda aquella de Desarrollo de  Habilidades del Pensamiento que durante años formó parte de los cursos sello del Bachillerato del Tec de Monterrey. Una promesa, también. El objetivo: enseñar a pensar a los alumnos. La realidad: cursos que los alumnos aprendían a aprobar, pero que no ayudaban en nada dentro del resto de los cursos del mismo Bachillerato. Al ingresar al nivel universitario, los alumnos que pasaban por este programa tenían las mismas habilidades que los alumnos que provenían de otros bachilleratos, sin pasar por este entrenamiento.

Tengo otra pregunta: ¿hay una edad (la adolescencia pareciera ser, según lo que observamos) para “enseñar” a pensar? Y también: ¿Enseñamos a pensar siguiendo el pensamiento de una persona que, la misma Javeriana señala en el documento citado, en “su vida intelectual ha sido nómada, que se ha estado constantemente organizando y reorganizando, algo así como hacen los seres vivos cuando evolucionan, que viajan constantemente en reorganizaciones genéticas.?

Hay concepciones del aprendizaje que no entiendo pero que aparecen en los docentes y en los alumnos. A la pregunta de cómo aprendemos a nadar (donde esperaba que me dijeran que metiéndonos al agua), los alumnos me dicen que lo hacemos observando a los que nadan. Años atrás, en un Diplomado en Enseñanza de las Matemáticas que intentamos en la Ibero de Tijuana, esta misma concepción aparecía entre los docentes: los alumnos entran en posesión de madurez intelectual a los 18 años, aprenden si se les motiva con ejemplos valiosos, videos, exposiciones, etc. 

Para "moverles el tapete” diseñé un anuncio sobre un supuesto taller de natación que nos estaban ofreciendo, ¡y los invite a inscribir a sus hijos!  De entrada se mostraron entusiasmados. Lo que sigue es la conversación que se fue dando entre los docentes participantes.

·         Si: hay un proceso. Hasta donde van a forzar al alumno a meterse al agua y cuáles serían las consecuencias
·         La primera sesión es de motivación y eso es importante.
·         De acuerdo. Llama la atención. Pero no el inciso a) de la primera sesión. Eso podría reforzar los miedos. Tiene que ser más fluida la entrada, gradual, hay que llevarlos despacito, gradualmente, hasta que los convenzas de estar adentro. Hay que seducirlos.
·         Hay edades en que los niños  no están preparados. Para alguien que ya tiene miedos, sería difícil, la motivación puede ayudar pero no garantiza la confianza.
·         Cómo sé que es el mejor sistema. Una semana, chapuzón (¿?),  una semana ayudan. Una… ¿no es algo ilusorio?
·         NO.  El tiempo de duración no me parece suficiente. Los videos no ayudan, ni la presentación.  Pánico que se puede crear. No me interesa la competición.
·         Descartada la competencia. No nos interesa el estrés de la competencia.
·         El video muestra solo el final del camino. A ese punto solo llegan algunos y el camino realmente es largo.
·         Hay cosas distintas. Una semana no parece suficiente. Que significa competencia. El tiempo de práctica es realmente muy poco. Dejar la teoría y fomentar la práctica. No al chapuzón.  Depende de qué nivel estés lo que vayas a aprender. El método es estresante aunque a veces funciona. Depende del background.
·         Llevar primero a un nivel de sensibilidad para que los videos funcionen. Tomar en cuenta cosas de los alumnos, como la madurez. La coordinación no se lograría en una hora.

En pocas palabras: hay que conocer bien a los alumnos y el nivel en el que están, hay que reforzar la práctica, competir no es lo importante, no hay que forzar al alumno. Hay que seducirlos.

Mis preguntas finales:
  1.    ¿Por qué tenemos que esperar al bachillerato para que los alumnos desarrollen hábitos de razonamiento crítico, creativo, complejo si se quiere?
  2.  ¿Por qué seguir el camino de Morín, o de Margarita A. de Sánchez, o de quien sea?

En ese sentido, me llamo Siddhartha (Hesse).