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martes, 3 de enero de 2017

Las últimas semanas de noviembre, en el CIPEC


Para no perder el hilo del trabajo con los chicos en el CIPEC, conviene recordar lo que siguió después de la sesión en la que retomamos el asunto de la perspectiva, la proporcionalidad, etc., el 12 de noviembre.

En la sesión de 19 de noviembre hablamos de los entornos en los que nos desenvolvemos, especialmente la casa que habitamos y las personas con quienes la compartimos. El ejercicio propuesto fue construir el plano de la casa que nos gustaría tener en un futuro; primero la planta y luego el levantamiento. Y compartir con el grupo la construcción y  als ideas detrás de ella.

Lo único dibujado en el pizarrón fue una habitación rectangular, en isométrico, y el plano de lo que sería mi casa construida en algún pueblo con playa:


Luego, cada uno se dedicó a desarrollar su idea y, posteriormente, a compartir las respuestas a la pregunta que también se escribió en el pizarrón. Los chicos solamente desarrollaron las plantas de sus casas hipotéticas. En sus historias conservan a sus familiares viviendo con ellos en su vida futura. El desarrollar los levantamientos y visualizar las fachadas se les quedó como tarea pero, como sucede con estos trabajos, nunca llegan a realizarse por la falta de tiempos entre semana y de continuidad entre lo que hacemos los sábados y sus deberes en el resto de los días.

Algo en lo que hay que trabajar.




domingo, 4 de diciembre de 2016

Del 15 al 29 de octubre, en CIPEC

La siguiente actividad en CIPEC se desarrolló el 22 de octubre pasado.

Una dificultad que encuentran los alumnos. en diferentes niveles e instituciones educativas, es la de construir el espacio en tres dimensiones. Mi primera observación en alumnos universitarios ocurrió en 2010, con los alumnos del curso de Física Universitaria, primer semestre.

Buena parte de ese grupo exhibía una nula capacidad para establecer los cuatro puntos cardinales, a pesar de estar viendo el mar Pacífico y la línea que marca la frontera entre San Diego y Tijuana por la ventana de la universidad. Las dificultades para resolver ejercicios tradicionales tomados de un libro de texto hicieron aflorar esos "detalles": Un avión viaja 450 Km al Norte y luego 370 km al Este ..." resultó ser un reto.

Luego vino la representación de vectores en tres dimensiones y las dudas aparecieron en la mayoría. Hicimos un taller sabatino para ayudarles a construir el espacio y proporcionarles elementos de perspectiva y dibujo técnico (isometría, especialmente).

En el festejo de aniversario que los chicos del CIPEC organizaron por su cuenta, con el apoyo de maestros y autoridades, una de las actividades fue mostrar a sus padres y a la comunidad los murales que han creado y el huerto, así como exponer sus aprendizajes. Me parece que e logro mayor, en un año de trabajo, es verlos tomar la palabra, organizarse y expresar lo que les gusta y lo que no.

Cuando los chicos describieron el trabajo sobre los murales, explícitamente comentaron que Toño (su maestro titular), había dibujado unos "exágonos" y los tiralíneas con una regla, refiriéndose al primer mural de la imagen (a la izquierda), para que ellos pintaran con los colores que habían seleccionado.



En una sesión anterior una de las chicas había comentado sobre las dificultades que estaba teniendo con el dibujo en isométrico (ni siquiera tenía claro el nombre) en el bachillerato.
Con todo eso en la cabeza preparé un par de "instrumentos". Mis inspiradores: Durero y Leonardo.

La cuadrícula, hecha con popotes e hilaza, ciertamente no es de lo más preciso que existe, pero cumplió su función como instrumento para reconocer lo que vemos, independientemente de lo que sabemos.







El otro constructo, sin nombre aún, serviría para ilustrar lo que es un punto de fuga y por eso los cordones no están amarrados, fijos, lo que permite moverlos y mostrar la caja desde diferentes ángulos.



Para arrancar hablamos de los bordados y textiles y las diferentes técnicas, ancestrales algunas. En la escuela primaria (pública, para niñas) a la que asistí en Tepic, las tardes se dedicaban a aprenedr todo tipo de bordados y tejidos, incluído el bordado en seda para hacer un mantón. Luego, algunos documentales sobre el arte de hacer rebozos me hicieron conocer la destreza visual y manual de quienes los elaboran. Los jóvenes de este grupo no tienen experiencia en ninguna de estas artesanías

El punto de cruz y el bordado sobre deshilado fueron buenos referentes para terminar hablando de pixeles (concepto que los chicos desconocían; al buscarlo con ayuda de sus celulares dieron la definición de Wikipedia). La historia me la inventé, ciertamente.




 Las imágenes siguientes muestran el uso de ambos instrumentos. Primero: entrenar el ojo para observar y registrar lo que vemos, no lo que pensamos que es.



La posibilidad de afinar, usando mallas más finas:



Ver un ángulo (la esquina superior del salón, en este caso)






Complementamos con el otro artefacto: cómo se ve una caja (literalmente) desde diferentes puntos de observación.



La representación plana:




Dado que yo estría ausente por dos sábados, el trabajo planeado para que Toño lo desarrollara con ellos fue la siguiente:


  1.        Llevar un envase de cartón: por ejemplo, un tetrapack (primero los prismas). Los chicos formarán un círculo alrededor del envase, de manera que cada uno pueda verlo desde un punto de vista particular (puedes tomar foto de cada uno, desde detrás de su cabeza, para captar lo que el chico ve). Cada uno deberá dibujar lo que ve.
  2.       Mismo ejercicio, pero ahora con un objeto distinto: puede ser una silla.
  3.       Mismo ejercicio, pero ahora con una botella transparente con agua hasta la mitad de la altura
En cada caso, ellos deberán reportar, junto a su dibujo, las dificultades que encontraron. Y todos pueden contrastar su dibujo con la foto, porque la foto muestra lo que ven.
Si quieres extender el ejercicio, puedes repetirlo, desde el huerto, cada quien dibujando el edificio (la mirada que tú fijes) y contrastar las producciones. 

Para el siguiente sábado (5 de noviembre) sería interesante que pudieran construir con popotes o palitos de paleta o cartulina recortada, una alameda (una fila de arbolitos) como se vería en perspectiva a lo largo de un camino. El punto de fuga lo podrías establecer tú (pienso en un escenario, en el que en una distancia muy corta, equivalente a lo ancho del foro, crean la ilusión de la perspectiva).

Las fotos dan cuenta del trabajo realizado y de las dificultades que todavía experimentaban en la sesión del 29 de octubre:

 

 

 

 
 













miércoles, 30 de marzo de 2016

Antes de San Valentín, en el CIPEC

La actividad consistía en crear una tarjeta de San Valentín, que dedicarían a quien ellos quisieran, sin compartirla con el resto (ni en fotos).

Las mismas reticencias que tienen como origen las descalificaciones que han recibido, en este caso porque "no sabes dibujar" desde el punto de vista del maestro. Ignoro cuáles son los estándares del dibujo según los maestros y estoy convencida de que muchos grandes artistas serían descalificados por ellos.

Recuerdo siempre la primera experiencia que tuve con un chiquito de primer año de secundaria, cuando comenzaba mi carrera como maestra. Les pedí que, de manera individual, cada uno retomara una lección del libro "Matemáticas 100 horas", para cuya segunda edición había yo escrito un buen número de lecciones y las ponía a prueba con ellos. Esos materiales se trabajan al ritmo de cada alumno de modo que la condición era que tenía que ser una lección que el alumno ya hubiera cubierto. El formato era a elección de cada alumno y podía ser texto, historieta o mixto. Cada uno seleccionó su tema y comenzó a trabajar mientras yo observaba lo que hacían, fila por fila. Al llegar a la última encontré a uno de los chicos con la página en blanco y le pregunté la razón. "Es que no sé dibujar", dijo; respondí que todos sabemos dibujar y que bastaba que hiciera "monos", que ilustré rápidamente:
                                                 
Insistió en que no sabía hacer eso, de modo que le ofrecí una alternativa "simplificada":
                                               
Terminó por decirme que desde el kinder los maestros le habían dicho que no sabía dibujar. Y se lo había creído. Fue difícil convencerlo de hacer cualquier cosa que implicara trazar algo.

Como madre de familia también me enfrenté a situaciones semejantes: "tu hijo dibuja a lápiz" ("mira qué bonito dibujan las niñas con mucho color"), "tu hijo no sabe decir lo que es el color" (aunque todos los trabajos se quedaban para exposición), etc. La diferencia es que una cosa es lo que opine un maestro o varios y otra es lo que nos creemos en esta casa.

Los chicos del CIPEC, en su mayoría, comenzaron a crear sus dibujos después de algunas sugerencias: dibujar un 2, reflejarlo sobre un eje vertical tangente a la primera figura, o un 3 al que se le alargan los extremos, como se muestra enseguida:
                                        
Algunos querían que su dibujo quedara como el de Toño, quien es arquitecto y había hecho una progresión de corazones en perspectiva. Tomé prestada una actividad de la película La sociedad de los poetas muertos: poner a esos chicos a caminar mientras el resto los observaba. Luego pedí a los observadores que dijeran si todos caminan de la misma manera o no, y comentar al respecto. Funcionó excepto para uno.





 



Otras opciones eran escribir una ecuación de un corazón (buscada en la red por ellos mismos) y/o graficarlo en Desmos. Luis, uno de los chicos más avanzados (tercero de secundaria) eligió construir corazones en la aplicación pero, recién integrado al grupo, requirió del apoyo de Tamara quien le explicó cómo utilizarla.




La insistencia en dibujar en perspectiva dio el tema para la siguiente sesión: proporcionalidad y semejanza.